👉La neumonía adquirida en la comunidad es una infección pulmonar frecuente que se manifiesta con una combinación de síntomas respiratorios y sistémicos. Su presentación clínica varía según la edad y el estado general del paciente.
Manifestaciones Clínicas Comunes
En la mayoría de los pacientes, el inicio de la enfermedad es agudo o subagudo, caracterizándose por fiebre, tos con o sin producción de esputo y disnea. Estos síntomas reflejan la respuesta inflamatoria del sistema respiratorio a la infección, así como la alteración en el intercambio gaseoso debido a la inflamación alveolar y la consolidación pulmonar.
Otros síntomas sistémicos incluyen:
- Escalofríos y rigores, que indican una activación importante de la respuesta inmunitaria.
- Pleuritis, secundaria a la inflamación de la pleura, lo que genera dolor torácico pleurítico.
- Fatiga y mialgias, que reflejan el estado inflamatorio generalizado.
- Anorexia y dolor abdominal, que pueden deberse a la respuesta inflamatoria sistémica o a la irritación del diafragma en casos de neumonía basal.
- Cefalea, un síntoma inespecífico pero que puede estar presente en infecciones respiratorias severas.
Presentación Atípica en Adultos Mayores
En personas mayores de 80 años, la NAC puede presentarse de manera atípica, sin los síntomas respiratorios clásicos. En su lugar, los pacientes pueden manifestar:
- Caídas inexplicadas, posiblemente debido a debilidad generalizada o hipotensión transitoria.
- Delirio y letargo, reflejando una disfunción cerebral secundaria a la inflamación sistémica o hipoxia.
- Anorexia, que puede contribuir a la deshidratación y empeoramiento del estado general.
Hallazgos en la Exploración Física
Los signos clínicos más comunes incluyen:
- Fiebre o hipotermia (en casos más graves o en ancianos con respuesta inmunitaria deficiente).
- Taquipnea y taquicardia, que reflejan un aumento en la demanda metabólica y la hipoxemia subyacente.
- Estertores inspiratorios y roncus, debido a la consolidación pulmonar y la acumulación de secreciones.
- Sonidos respiratorios bronquiales, que sugieren inflamación y ocupación alveolar.
- Matidez a la percusión, si hay consolidación lobar o derrame pleural paraneumónico.
A pesar de estos hallazgos, la evaluación clínica tiene una sensibilidad menor al 50% en comparación con los estudios de imagen para el diagnóstico de NAC. Esto significa que la exploración física y los síntomas, aunque orientativos, no son suficientes para confirmar el diagnóstico, siendo necesario el uso de estudios por imagen, principalmente la radiografía de tórax.
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