Un paciente de 35 años de edad acude a consulta por episodios recurrentes de sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos, síntomas que han sido particularmente molestos por la noche y temprano por la mañana. A pesar de que estos síntomas varían en intensidad y frecuencia, se ha notado un empeoramiento reciente, con mayor dificultad respiratoria y necesidad de utilizar más frecuentemente broncodilatadores. Estos episodios han estado asociados a cambios estacionales y exposición a ciertos alérgenos, como polvo y polen.
El paciente refiere antecedentes de rinitis alérgica crónica, con episodios frecuentes de congestión nasal, secreción y estornudos. En la exploración física, se observan signos de hinchazón de la mucosa nasal y una notable hipertrofia de los pólipos nasales, lo que sugiere la presencia de una rinitis alérgica concomitante. Además, el paciente muestra signos evidentes de aumento del esfuerzo respiratorio, con el uso de músculos accesorios de la respiración y postura encorvada.
En la toma de gases en sangre (ABG) se observa una ligera alcalosis respiratoria y un aumento en la diferencia alveolar-arterial de oxígeno (A-a-DO2).
Se realizan pruebas de función pulmonar, y la espirometría muestra una disminución significativa en el FEV1 y en la relación FEV1/FVC, con valores por debajo de 0,7. Posteriormente, se administra un broncodilatador, y se observa una mejora del 12% en el FEV1.
Las radiografías de tórax no muestran alteraciones significativas, se observa una ligera hiperinsuflación.
Se realizan pruebas de alergia, con resultados positivos para IgE total elevada.
Se realiza un análisis de eosinófilos en sangre, que muestra un aumento significativo.
Pregunta: ¿Cuál de los siguientes hallazgos es más indicativo de un diagnóstico de asma alérgica en este paciente?
A) La ausencia de sibilancias en un ataque grave de asma
B) Un aumento del 25% en el flujo pico (PEF)
C) La presencia de hiperinsuflación en las radiografías de tórax
D) Un aumento significativo en los eosinófilos en sangre
Respuesta
D) Un aumento significativo en los eosinófilos en sangre
Este hallazgo es un marcador clave en el diagnóstico y manejo de ciertos tipos de asma, especialmente el asma alérgica. Los eosinófilos son un tipo de glóbulos blancos que juegan un papel crucial en la respuesta inflamatoria, especialmente en condiciones alérgicas y asmáticas.
En el contexto del asma, la inflamación de las vías respiratorias es mediada por una combinación de mecanismos inmunológicos, y una de las características destacadas en muchos casos de asma es la presencia de eosinófilos elevados en sangre y en las secreciones respiratorias. Este aumento en los eosinófilos es particularmente relevante en el asma alérgica, que es una forma del trastorno en la que los síntomas son desencadenados o exacerbados por factores ambientales, como alérgenos (polvo, polen, ácaros, entre otros).
Cuando un individuo alérgico se expone a un alérgeno, su sistema inmunológico responde de manera exagerada, produciendo anticuerpos de inmunoglobulina E (IgE), los cuales se unen a los mastocitos y basófilos en las vías respiratorias. Esta sensibilización lleva a una cascada inflamatoria que involucra varias células del sistema inmunológico, entre ellas los eosinófilos. Los eosinófilos, cuando son atraídos a las vías respiratorias a través de mediadores inflamatorios, secretan sustancias como citoquinas, proteínas catiónicas y enzimas que contribuyen a la inflamación, el daño tisular y la obstrucción de las vías respiratorias, lo que a su vez empeora los síntomas asmáticos.
El aumento de los eosinófilos en la sangre periférica, en particular en casos de asma alérgica, refleja una exacerbación o una inflamación activa en las vías respiratorias. Esto es relevante no solo para el diagnóstico, sino también para el tratamiento del asma, ya que los pacientes con asma eosinofílica, como se denomina a la forma en la que los eosinófilos juegan un papel prominente, pueden beneficiarse de terapias específicas dirigidas a reducir su número o actividad. Un ejemplo de tratamiento dirigido a reducir los eosinófilos son los medicamentos biológicos, como los inhibidores de la interleucina 5, que han demostrado ser eficaces en el tratamiento de asma grave eosinofílica.
El aumento de los eosinófilos en la sangre es una señal de que la inflamación en las vías respiratorias está siendo impulsada por una respuesta alérgica mediada por IgE. En estos pacientes, el control adecuado de la inflamación eosinofílica es esencial para reducir la frecuencia y gravedad de las exacerbaciones asmáticas. Por lo tanto, la medición de los eosinófilos en la sangre no solo tiene valor diagnóstico, sino también terapéutico, ya que permite identificar a aquellos pacientes que podrían beneficiarse de tratamientos más intensivos o específicos.
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