Paciente femenina de 32 años quien acude a consulta en el hospital por dolor articular difuso, fiebre recurrente y fatiga generalizada en los últimos 3 meses.
La paciente refiere inicio progresivo de dolor en las muñecas, codos y rodillas, de carácter migratorio y que se asocia con rigidez matutina. Ha notado que sus síntomas empeoran por la tarde y que la fatiga es constante, afectando su rendimiento diario. También menciona haber tenido episodios de fiebre intermitente sin causa aparente.
En la última semana, ha observado un rash en forma de «alas de mariposa» sobre sus mejillas y el puente de la nariz. Además, presenta úlceras indoloras en la mucosa oral. Niega antecedentes de enfermedades autoinmunes en su familia.
Pregunta: ¿cuál es el diagnóstico más probable?
A) Lupus eritematoso sistémico (LES).
B) Artritis reumatoide.
C) Enfermedad de Still.
D) Espondilitis anquilosante.
Respuesta
A) Lupus eritematoso sistémico (LES).
El lupus eritematoso sistémico es una enfermedad autoinmune crónica que afecta a varios órganos y sistemas, y se caracteriza por una disfunción del sistema inmunológico que ataca tejidos sanos del cuerpo. La paciente presenta un cuadro clínico clásico que incluye un rash en «alas de mariposa», que es un signo distintivo de esta enfermedad. Este rash aparece en las mejillas y el puente nasal, respetando el contorno de las alas de la nariz, y se ve típicamente en las fases activas de la enfermedad. La presencia de úlceras orales también es frecuente en pacientes con lupus, y suelen ser pequeñas, indoloras y no cicatrizan fácilmente, lo cual concuerda con lo que describe la paciente.
Además, el dolor articular, específicamente en las muñecas, codos y rodillas, es otra manifestación común en el lupus eritematoso sistémico. Aunque este dolor no es deformante, se caracteriza por ser migratorio y acompañarse de rigidez matutina, lo que refuerza la sospecha de lupus. La fiebre recurrente sin una causa aparente también es un síntoma común en los brotes de lupus, a menudo acompañada de fatiga generalizada, que impacta de manera significativa la calidad de vida de los pacientes.
En cuanto a los hallazgos laboratoriales, los resultados de las pruebas diagnósticas son claves para confirmar el diagnóstico. El anticuerpo antinuclear positivo (ANA) es un marcador serológico frecuente en los pacientes con lupus, y aunque no es específico, su presencia en concentraciones elevadas (como en este caso) es altamente sugestiva de esta enfermedad. Más específicamente, los anticuerpos contra el ADN de doble cadena (anticuerpos anti-DNA) también son altamente específicos para el lupus eritematoso sistémico, lo que respalda aún más la sospecha diagnóstica.
En contraste, otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o la enfermedad de Still podrían presentar síntomas similares, pero no tienen la misma combinación de manifestaciones características del lupus. La artritis reumatoide, por ejemplo, generalmente se presenta con deformidades articulares progresivas y una afectación predominantemente en las articulaciones de las manos y pies, lo que no es el caso aquí. Además, la artritis reumatoide no suele asociarse con el rash en «alas de mariposa» ni con los anticuerpos específicos contra el ADN de doble cadena. Por otro lado, la enfermedad de Still se caracteriza por fiebre de origen desconocido, erupciones cutáneas y artritis, pero no suele mostrar los anticuerpos típicos del lupus.
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