©️CASO CLÍNICO #11
©️CASO CLÍNICO #11

©️CASO CLÍNICO #11

Si te fué útil, comparte!

Un hombre de 35 años se presenta a la consulta por un cuadro clínico que incluye cansancio extremo, dolor abdominal en el cuadrante superior derecho y coloración amarillenta en la piel y en los ojos, conocida como ictericia, que ha notado en los últimos días. El paciente no refiere fiebre ni otros síntomas sistémicos como náuseas, vómitos o pérdida de apetito, aunque su fatiga es considerablemente notable.

En cuanto a sus antecedentes, menciona haber estado en contacto frecuente con personas diagnosticadas con enfermedades hepáticas, lo que podría sugerir exposición a factores de riesgo para patologías hepáticas. Además, el paciente tiene antecedentes de múltiples parejas sexuales y, en el pasado, consumió drogas intravenosas, aunque ha dejado de hacerlo hace tiempo.

Al realizar la exploración física, se observa la presencia de ictericia en la piel y las mucosas, confirmando la sospecha de alteraciones hepáticas. Se detecta una hepatomegalia palpable durante la exploración abdominal, lo que sugiere inflamación o agrandamiento del hígado. No obstante, el paciente no presenta signos de encefalopatía hepática, como confusión o alteraciones en el nivel de conciencia, lo cual es un dato tranquilizador en este contexto.

Pregunta: ¿Cuál es la causa más probable de sus síntomas?

A) Hepatitis C crónica
B) Hepatitis B aguda
C) Cirrosis hepática
D) Colangitis aguda


Respuesta

B) Hepatitis B aguda

Comentario

El virus de la hepatitis B, conocido comúnmente por sus siglas VHB, es un patógeno que pertenece a la familia de los hepadnavirus. Su estructura es relativamente compleja y está compuesta por un núcleo interno y una envoltura superficial. El virus tiene un tamaño aproximado de 42 nanómetros, lo que lo coloca en la categoría de los virus pequeños. Su genoma está formado por ácido desoxirribonucleico (ADN), y es peculiar en el sentido de que está parcialmente de doble cadena, lo que le otorga características distintivas frente a otros virus con genomas completamente de doble cadena o de cadena simple.

En su estructura interna, el VHB presenta una proteína llamada antígeno de core de la hepatitis B, también conocida como HBcAg (por sus siglas en inglés, hepatitis B core antigen). Esta proteína juega un papel crucial en la formación de la cápside viral, que es la estructura encargada de proteger al material genético del virus. Además, el VHB posee una capa superficial externa compuesta por el antígeno de superficie de la hepatitis B, o HBsAg (hepatitis B surface antigen). Esta proteína es fundamental para la infectividad del virus, ya que media en el proceso de entrada del virus en las células del hígado, específicamente en los hepatocitos.

Uno de los aspectos interesantes del VHB es su variabilidad genética. Existen diez genotipos diferentes de este virus, identificados por las letras A a J, que se distribuyen de forma desigual en diferentes regiones geográficas. Los genotipos A y D, por ejemplo, son más prevalentes en Europa y América del Norte, mientras que los genotipos B y C predominan en Asia. Esta variabilidad genética tiene implicaciones tanto en la transmisión del virus como en la respuesta clínica al tratamiento, ya que algunos genotipos pueden estar asociados con una mayor probabilidad de desarrollar enfermedades hepáticas crónicas o complicaciones más graves.

En términos de transmisión, el VHB se disemina principalmente a través de la inoculación de sangre infectada o productos sanguíneos contaminados, lo que incluye la transfusión de sangre o el uso de agujas no esterilizadas. Este mecanismo de transmisión también explica el riesgo en personas que comparten agujas, como aquellos que consumen drogas intravenosas. Además, el VHB puede ser transmitido por contacto sexual, ya que el virus se encuentra presente en fluidos corporales como el semen, la saliva y las secreciones vaginales. Por esta razón, las prácticas sexuales sin protección representan un factor de riesgo importante en la transmisión del virus.

Otro aspecto relevante es la transmisión vertical, es decir, de madre a hijo durante el parto. Las madres que son portadoras del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) pueden transmitir el VHB a sus recién nacidos durante el proceso del parto, especialmente si la madre tiene una carga viral alta o si está en la fase aguda de la infección. Esta vía de transmisión se puede prevenir parcialmente mediante la administración de vacunas y la profilaxis con inmunoglobulina anti-hepatitis B al recién nacido en las primeras horas de vida, lo que reduce significativamente el riesgo de infección en el bebé.


  Síguenos en X: @el_homomedicus  y @enarm_intensivo  Síguenos en instagram: homomedicus  y en Treads.net como: Homomedicus  

🟥     🟪     🟨     🟧     🟩     🟦

Descripción de la imagen